Tres historias de la vida real.
Tres historias urbanas y verídicas. Jesús H. González de León.La vida nos da muchas lecciones. En la ciudad suceden casos que nos dejan una moraleja acerca de cómo hay que actuar. Aquí le presento tres historias ocurridas esta semana en Saltillo, todas ellas con un final insólito.
Caen en su propia trampa. Son las 7 de la mañana y dos camaradas llegan a una tienda “Extra”, ubicada en la carretera Saltillo-Arteaga y bulevar Fundadores. Oscar Ibarra, el encargado de veinte años de edad, se encuentra solo. Uno de los camaradas entra y le dice a Oscar “esto es un asalto.” -Oscar, el encargado, se da cuenta que el ladrón no trae ningún arma y comienza a forcejear con él, dándole golpes. Instantes después llegó el otro ladrón y Oscar también le da una paliza. Los compinches optan por echarse a correr. Moraleja: El que tiende una emboscada quedará atrapado en ella. Un ladrón atrae la vergüenza y no escapará el ladrón con su botín. No cuentes con riquezas mal adquiridas, de nada te servirán. No hagas el mal y el mal no te sorprenderá. En el pecado se lleva la penitencia.
El lavacoches confianzudo. La mañana del típico “San Lunes”, Manuel Coronado Alvarado, de 20 años, amaneció con una cruda tal, que hasta el oír un alfiler caer al suelo le retumbaba en la cabeza. Aún así, se fué a su trabajo de lavacoches en un lavado del Bulevar Pedro Figueroa. A Manuel se le ocurrió ir a comprarse un refresco para mitigar su espantosa sed. Tomó sin permiso un carro Dodge Cirrus, propiedad de un cliente del lavado. Manuel pensó: “Voy rápido, al cabo el dueño no se dará cuenta.” Partió a toda velocidad por la colonia Los Pinos, no midió la distancia y ya no pudo evitar el choque contra un taxi. Sus tripulantes Josefina y Valeria Campos Reyes, de 28 y 8 años, respectivamente, resultaron seriamente lesionadas así mismo el taxista José Carrizales Zamora, quien se quejaba de un fuerte dolor en el cuello y espalda. Fueron trasladados por paramédicos de Bomberos a una clínica privada. El lavacoches deberá responder por los daños que causó al Cirrus y al taxi. Fue consignado ante el Ministerio Público. Moraleja: Sobre lo ajeno cae la desgracia. “El que da un golpe a traición se herirá de rebote.” El que obra mal esta estreñido. Ah, no más bien creo que dice así: “El que comete malas acciones, estas le repercutirán y donde menos se lo piensa.”
El tiro por la culata. Alrededor de las 10:22, al señor Arturo Contreras Hernández, de 48 años, lo llevaron desde el ejido San Miguel del Blanco a la Cruz Roja,. Ahí fue atendido por médicos de la institución de la lesión que presentaba en la cara. Se determinó que recibió el impacto de bala, de entrada y salida, en el submentón izquierdo. Milagrosamente se salvó de morir. Según mencionó Arturo, el arma con la que se lesionó, es una calibre .22. Aseguró que “Fue un accidente. Me encontraba limpiando la pistola cuando se generó el disparo”. En el momento que iba a ser cuestionado por elementos de la Policía Ministerial, el lesionado “desapareció por arte de magia” de la benemérita institución, de acuerdo con información que dieron algunas enfermeras. Moraleja: “¿Quién se compadecerá del encantador mordido por una serpiente? El que ama el peligro dejará en el la vida.” “El que cava una fosa se caerá en ella.” Todas las frases aquí mencionadas son del libro Bíblico de Siracides. No confundir con Sir Acidez, señor que padece ulceras.
En esta Cuaresma hay que conducirse con prudencia. ¡Feliz domingo de Resurrección! jesus50@hotmail.com
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